«La soledad es una triste realidad de la vida moderna» se dijo cuando en el Reino Unido, se anunciaba la creación de un Ministerio de Soledad el año pasado.

Desde los últimos años y sobre todo desde el año pasado, de forma más generalizada, la soledad está en boca de todos como la epidemia del siglo XXI. Se han hecho encuestas, entrevistas, informes sobre el caso. La mayoría de las personas entrevistadas distinguen el sentimiento de soledad de la soledad física, de manera que muchos aseguran sentirse solos a pesar de estar rodeados de gente. Aunque no por esto se puede negar la importancia y el peligro de que el número de personas que viven solas, haya aumentado en los últimos años y se espere que siga creciendo.

El INE prevé que en España, en 2030, haya «5,5 millones de hogares unipersonales, el 28,6% del total de domicilios del territorio nacional». Actualmente este porcentaje es del 24,7%.

Según un informe de la BBC las personas identifican la soledad con 5 aspectos:

  • No tener nadie con quien hablar
  • Sentirse desconectado del mundo
  • Sentirse dejado de lado
  • Tristeza
  • No sentirse entendido

El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea ha realizado un informe en el que se establece que el 7% de la población total de Europa, se siente sola.

La razón que desencadenó la creación del Ministerio de Soledad en el Reino Unido fue el hecho de que es cada vez más frecuente que se hallen cadáveres en casas sin que nadie advierta la muerte de esa persona. Actualmente en España no hay estadísticas oficiales al respecto. Es muy difícil saber con exactitud las muertes producidas en esta situación. Pero solo viendo las noticias es obvio que se trata de algo alarmante y muchos profesionales como bomberos, policías o funcionarios de juzgados, han advertido de que cada año aumenta el número de personas que fallecen solas en su domicilio sin que nadie se dé cuenta durante semanas o incluso meses.

En toda Europa ya se empieza a entender el tema de la soledad como una cuestión de Estado. Se habla de «epidemia de soledad» que tiene su razón de ser, entre muchas cosas, por la mayor esperanza de vida, tasas decrecientes de matrimonio, el hecho de que las personas tienen menos hijos, el aumento de divorcios… En definitiva, que muchas personas acaban viviendo solas.

Si no se toman las medidas necesarias, España estará abocada a la misma situación de Europa donde sí existen estadísticas que establecen la soledad como esa epidemia a la que hay que prestar especial atención para combatirla. No vayamos hacia una sociedad solitaria psíquica y físicamente, envejecida y con escasas relaciones familiares.

Desde Desarrollo y Asistencia luchamos para que esto no suceda, con pequeños pasos para cambiar poco a poco el mundo. Atendiendo a cada caso de manera individual, aportando la compañía que alguna persona pueda no tener por falta de familiares, amigos o personas que le atiendan, estamos dando pequeños pasos para alejarnos de esa sociedad individualista que prefiere la soledad, tanto física como psíquica.