Justo hace un año, por estos días de enero del 2018, el joven proyecto Zapatillas Solidarias, del programa de apoyo a personas sin hogar, participaba en su primera carrera de 5 kilómetros, gracias a la Fundación Real Madrid, que organizó el evento y les proporcionó dorsales a usuarios y voluntarios.

Desde entonces se mueven por metas cada vez mayores y con cada vez más fuerzas. Participan más y más carreras, más kilómetros y más entrenamientos. Porque el deporte y los objetivos que se ponen los voluntarios y usuarios, son su principal motivación. De pequeñas carreras solidarias, a grandes y más difíciles objetivos, para los que se preparan específicamente y consiguen dorsales para aquellos que más preparados están.

Zapatillas Solidarias, nació hace poco más de un año y desde entonces no ha hecho más que crecer. Comenzó, de la mano de Javier Rosado, uno de nuestros voluntarios más activos, con entrenamientos y actividades los sábados. En el inicio eran unos pocos voluntarios, con algunas personas sin hogar del Centro Municipal de Acogida San Isidro. Ahora llegan a un total de 19 personas tanto de este centro  como del Centro de Acogida Juan Luís Vives, y ya son 12 voluntarios.

El deporte es el estímulo principal de estas personas sin hogar, para mantener su salud, tanto física como mental. En Zapatillas Solidarias, tienen el deporte como forma de mejorar la vida de las personas. Y concretamente el running, se ha convertido para ellos en una excusa más para juntarse y pasar ratos bien acompañados. Además, con motivaciones, esfuerzo y constancia, para llegar siempre un poco más allá.

Es allí, más allá, donde se encontrarán siempre con su siguiente meta, a la que miran con determinación y ganas de cruzarla.

Pues ese es su lema y así son: adictos a cruzar metas.